martes, 16 de abril de 2013

Bienvenidos a Nueva Zelanda

16.04.2013
Tras pasar la noche volando desde Melbourne, llegamos los tres mosqueteros a Christchurch, la ciudad más importante de la isla sur de Nueva Zelanda. Allí empezaremos nuestras dos semanas de aventuras por el país de los kiwis.
Ha sido un vuelo nocturno, en el que por lo menos he conseguido dormir un par de horitas.
Al llegar a Nueva Zelanda y pasar por la aduana, ¡sorpresa! Nos han mirado nuestras maravillosas botas de trekking ya que habíamos estado caminando por bosques en los últimos 30 días, y el caballero nos ha detectado “restos de excrementos animales”. Así pues, nos ha pedido que nos quitáramos amablemente las botas y nos las ha dejado más limpias que cuando las compramos. Una muestra de que esta gente se preocupa de verdad por la naturaleza en su país.
 
Tras la aduana y el control de inmigración nos toca esperar en el aeropuerto a que abran las oficinas de alquiler, ya que hemos llegado a horas intempestivas. Por lo menos, WIFI gratis. Con eso y un cafelito, todo solucionado.
Nuestra primera parada en Christchurch será la oficina de Lucky Rentals, donde recogeremos nuestra caravana, o furgoneta, o como dicen los angloparlantes “campervan”. La nuestra es baratera pero chingona. Para mí, mi primera experiencia. Para David y Leo, una más. Como la de la foto pero sin el logotipo de Lucky, es decir, la de la izquierda de la foto.
IMG_20130416_094325
La furgo, o furgui, más cariñosamente, cuenta con una planta baja en la que están situados los banquitos, con una mesa, que todo a su vez se convertirá en cama. Incluye frigorífico, fregadero y fogones. En la parte superior, un microondas, armario con vajilla, cubertería y cristalería, así como la cama que le toca al que esribe estas líneas. De ahi, a cargar provisiones al supermercado para los primeros días.
Campervan
¿Agua turquesa?
Hacemos nuestros primeros kilómetros con la furgo dirigiéndonos al sur de Canterbury, donde visitaremos los lagos Tekapo y Pukaki, así como el monte Cook. De camino, primeras sorpresas. Esperando ver multitud de cabezas de ganado (Nueva Zelanda cuenta con más de treinta millones de ovejas), nos cruzamos multitud de venados. Lógicamente, bajada y foto.
DSC_0015Y además, la otra sorpresa es... el color del agua. Sinceramente, no había visto en mi vida un agua dulce de semejante color al de la Rakaia Gorge. Resultado: los tres anonadados.
TurquesaVamos tomando constancia de dónde estamos y de que lo que nos espera en Nueva Zelanda va a ser algo muy grande.
Continuamos por la SH72 dirección al lago Tekapo. Cuando llegamos allí... espectáculo. Además de que coincide con la hora azul, el lago Tekapo nos deleita con unas imágenes espectaculares. Es increíble el paisaje que lo rodea: un agua azul cielo combinando con las hojas de los árboles cayendo al paso del otoño.
Tekapo Atardecer
Tras recuperarnos de la impresión, seguimos a la búsqueda de un sitio donde pasar nuestra primera noche en Nueva Zelanda. Idílico camping a la orilla del lago McGregor que hemos localizado… de no ser porque al abrir la puerta de la furgoneta después de cenar entraron quiza mil mosquitos. El techo completo cubierto de negro por los mosquitos es una imagen que no olvidaremos fácilmente.
Pensamiento: vaya primera noche que nos espera. No vamos a dormir ni un minuto.
Resultado: en la siguiente entrada.











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