domingo, 14 de abril de 2013

Great Ocean Road

13-14.04.2013
Sábado por la mañana en Melbourne y ponemos rumbo a la Great Ocean Road en Mercedes “todolujo”.
great ocean road
La Great Ocean Road es una carretera de 243 kilómetros, patrimonio nacional australiano, que recorre la costa del estado de Victoria desde Torquay a Allansford. Su construcción se inició en el año 1919 contando con cerca de 3000 soldados regresados de la guerra, y parte de su objetivo era servir de “monumento” en recuerdo a los hombres caídos en la primera guerra mundial.
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Sin embargo, antes de llegar a la propia carretera, existen multitud de caminos por los cuales uno se puede adentrar y explorar los bosques, arroyos y cascadas que ofrece esta zona de Australia, con una impresionante vegetación.
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Llaman la atención de sobremanera los enormes helechos que pueblan estos bosques. Alto, ¿verdad Leonor?
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Una vez terminadas nuestras incursiones por el interior, llegamos por fin a la carretera costera.
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El paisaje que ofrece la Great Ocean Road es espectacular. Sucesiones de acantilados, grutas, enormes rocas enclavadas en el mar que conforman un escenario de película.
DSC_0213Por la carretera, conduciremos hasta Port Campbell, localidad en la que tenemos reservado el “hostel” donde dormiremos. Junto a ella se localizan los denominados Doce apóstoles. Los apóstoles son rocas enclavadas en el mar junto a la costa de una altura similar a los acantilados, lo cual indica que debieron en algún momento formar parte de la misma.

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Pero tiene truco. Los doce apóstoles ya no son doce. Algunos de ellos han sido devorados por el mar, erosionando la roca hasta disolverla completamente. Aunque sólo quedase uno, la visita es obligada y, como parece ser todo en esta zona, espectacular.
A pesar de que el día y el cielo no acompañan demasiado, justo la puesta de sol nos regala alguna imagen destacable.
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Tras la visita de rigor a los apóstoles (¿contará como ir a misa?) seguimos hasta Port Campbell, donde repondremos fuerzas con una cerveza local y una pasta carbonara cortesía del chef Colorado.
El día siguiente vamos a dedicarle más tiempo a las distintas paradas obligadas que hay en la Great Ocean Road y que nos dejamos el día anterior sin ver, así como intentar de nuevo fotografiar los doce apóstoles en condiciones. Es lo que tiene ir de aprendiz de fotógrafo con el fotógrafo profesional. Creo que a partir de ahora hasta voy a ir buscando “la hora azul”.
Observando los 12 apóstoles
Auténticos espectáculos naturales como “The Grotto” o “London Arch”:
DSC_0269London Arch
El “Island Archway” sigue luciendo maravillosamente, a pesar de que parte se desprendiera allá por 2009.
Island Archway
Y por supuesto no menos es el “Blowhole”.
Blowhole
Os ha gustado, ¿verdad? Pues tampoco nos olvidemos de la fauna que rodea a este paraje costero. Si retornamos un poco al interior del continente, tendremos la posibilidad de conocer a unos nuevos amiguitos, que seguro que a todos os suenan pero que muchos sólo habréis visto en los zoológicos o en los documentales: ¡koalas y canguros!
Localizamos a los koalas en una carretera secundaria de la zona. En un paraje de árboles vemos una gran cantidad de ellos, la mayoría durmiendo y algunos comiendo. Son unos animales bastante vagoncios, que parece que lo único que hacen es, como acabo de describir, comer y dormir. Pero por otro lado, como dicen por aquí, son “soooooo cute”, es decir “taaaaaaaaaaan moooooooooooonos”.
Koalitas
Tras la impresión de los koalitas, tenemos otra sorpresa sorpresa para los seguidores de Félix Rodríguez de la Fuente. Can-can-canguuuuurooooos.
Cuidado, canguros
Además de cruzarnos algunos por la carretera -con los que hay que tener mucho cuidado por la noche para no llevárselos por delante- llegamos a un campo de golf famoso por su concentración de marsupiales. Allí, premio.
Hordas de canguros que campan a sus anchas como queriendo emular al mejor de los golfistas, que parecen no asustarse demasiado de la presencia humana. O por lo menos, no de la mía.
Golf y cangurosCanguros y yo
Y tras pasar la última hora de sol del día rodeados de canguritos, ponemos rumbo de vuelta a Melbourne. Definitivamente, Victoria es un gran sitio. De hecho, ellos están tan orgullosos que ya se encargan de recordarlo a cada momento (Victoria – El sitio en el que estar). De momento, creo que estoy de acuerdo.
Victoria
Ésta será la última parada en Australia antes de partir rumbo a la próxima aventura: Nueva Zelanda.
Que se preparen los kiwis…

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