sábado, 18 de mayo de 2013

Hoi An, o el rincón más bonito de Vietnam

17-18.05.2013
Tras otras 14 horas encerrado en la tartana con ruedas que era el autobús litera, aunque habiendo pegado bastante ojo durante la noche, llegamos a Hoi An, o también conocida como Faifo. Esta ciudad de Vietnam, ubicada en la provincia de Quang Nam, da cobijo a 120000 personas y cuenta con el que fuera, allá por el siglo I, uno de los puertos más importantes de Asia.
En el camino, ya llegando a Hoi An, observamos la cantidad de campos de arroz que rodean la ciudad, los cuales además ya están siendo trabajados pasadas las cinco de la mañana, cuando comienza a amanecer. Da la sensación de que los vietnamitas son madrugadores, ya que desde primera hora se observa muchísima vida en el país.
Hoi An 1Hoi An 2
Y tras llegar a la ciudad, comienza la búsqueda de hotel. En Hoi An los precios parecen ser un poco más caros que en el resto de del país. De cualquier manera, tras regatear 10 minutos con la tipa del hotel, encuentro una habitación con aire acondicionado por 10 dólares. No es lo más barato del mundo, pero es bastante decente y está limpio, por lo que servirá.
De ahí, recorramos la ciudad antigua.
Hoi An 27
Esta parte de la ciudad, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO desde el año 1999, es un conglomerado de casitas, templos, museos y pagodas. Se encuentra localizada junto al río y por ella no pueden circular los vehículos de cuatro ruedas, quedando limitada a los peatones, bicicletas y “scooters”, amén de unos pseudotriciclos para turistas ante los cuales no puedo evitar reírme. Si alguno queréis montaros, adelante. A mí simplemente me parecen demasiado horteras Smile.
Hoi An 4
Avanzando por la calle Le Loi nos encontraremos con el primero de muchos templos.
Hoi An 3
Y torciendo a la derecha en una de las calles más pintorescas de la ciudad, Tran Phu, nos daremos de bruces con el denominado puente japonés, Chùa cầu, el cual es una estructura cubierta construida por los japoneses, con una pagoda adosada a uno de los laterales.
Hoi An 5
Caminando la orilla del río alcanzaremos el nuevo puente de Hoi An, que comunica ambos lados de la ciudad.
Hoi An 6
La ciudad tiene un encanto impresionante, a pesar de que todo sea un poco artificial para adecuarlo a los turistas. Pero de cualquier manera, pasear por ella se convierte en una experiencia encantadora. Eso sí, el calor no se despega de nosotros. Debe ser por eso que cualquier lugar es bueno para descansar un poco.
Hoi An 7
Continuando la visita, me enuentro con el templo de Cam Pho, antes de llegar a la plaza Song Hoai.
Hoi An 8
Bordeo la plaza y me dirijo de nuevo a la ribera del río, donde además se puede aprovechar para tomarse una cerveza de barril, “bia hoi”, desde 3000 a 5000 dong. Si 1€ = 27000 dong, echad cuentas vosotros mismos.
Hoi An 10Hoi An 9Hoi An 29Hoi An 30
La ciudad está llena de tiendas de ropa. Tiendas que, o bien clonan ropa que traigas, o bien realizan todo tipo de confección a medida. Trajes, camisas, vestidos… Eso sí, la calidad y los precios varían mucho de unas a otras. Como ya sabéis, nadie da duros a cuatro pesetas.
Hoi An 31
Tras comer acompañado de unas cervezas, vamos a visitar el mercado, donde es posible encontrar todo tipo de carnes, pescados, verduras, “noodles”…
Hoi An 11Hoi An 13Hoi An 14Hoi An 12Hoi An 25Hoi An 26
Y después de la visita al mercado, qué mejor que tomarse un cafelito vietnamita con hielo desde el muelle desde donde zarpan los barcos de turistas que recorren el río. El café vietnamita, todo sea dicho, es muy bueno y muy concentrado. Se toma caliente o con hielo, solo o con leche condensada. Y en cualquiera de sus variedades, delicioso. No olvidéis que aquí se regatea hasta en el café. ¿Que quiere cobrarme 20000 dong por ser turista blanquito? ¿Perdón? 10000 y va que arde.
Hoi An 15
Verano azul
A la mañana siguiente me he alquilado una bicicleta para recorrer los alrededores de Hoi An. Entre ellos, contamos con dos playas y, entre medias, inteminables cultivos de arroz, junto con bosques de cocoteros y pequeños muelles. Suena bien, ¿verdad? Pues vamos a ello.
Hoi An 16
Desde el centro de la ciudad, con sus casi 40 graditos, me voy pedaleando por las carreteras que rodean Hoi An. El calor es insoportable, pero no hay más remedio si se quiere disfrutar del paisaje. Bueno, sí, podría haberme alquilado una moto, pero con la bicicleta es más auténtico, ¿no?
Hoi An 17
Una cosa que llama mucho la atención son los cementerios. Se encuentran tumbas situadas en los campos de arroz a lo largo de todo el país. Según parece, se entierra a los agricultores en sus propios campos. La razón todavía no la sé. Prometo investigar.
Hoi An 18
Hoi An 19
Y pedaleando llego a la playa de Cua Dai, en teoría la playa más turística de los alrededores de Hoi An. Como tampoco me parece gran cosa, seguiré un poco hasta la de An Bahn, que es menos conocida y transitada.
Hoi An 20Hoi An 21
Y efectivamente, no hay prácticamente nadie. De hecho, puedo degustar un plato de calamares con chili y gengibre y una cerveza, en un restaurante a pie de playa, totalmente solo. A veces no viene mal un poco de tranquilidad…Hoi An 22
Tras la comida y un poco de tomar el sol, me dirijo de vuelta a la ciudad, esta vez yendo por otro camino que atraviesa otra zona de arrozales y que me llevará también a la tumba japonesa.
Hoi An 23
Este caballero y el que debía ser posiblemente su nieto, estaban justo al borde de la carretera en el arrozal. El niño, muy simpático él, después de juguetear con mi cámara sin ser capaz de sacar una foto, se ofrece a decirme dónde está una de las tumbas japonesas en la zona de Hoi An, en concreto la de Tani Yajirobei. Sí, una tumba dedicada a un comerciante japonés nacido en Hirado que falleció en 1647. La tumba, originalmente construida con cortezas y hojas de “boi boi” y caña de azúcar, fue restaurada en 1997 y está situada estratégicamente apuntando al país natal del señor Yajirobei.
Hoi An 24
Pensaba que el niño estaba siendo sincero. Pero en realidad lo único que quería era dinero. Esto es un mal endémico de Vietnam y que, según el país va ganando popularidad, cada vez más gente ve a los turistas como “cajeros automáticos con patas”, y su única intención es sacarles el mayor dinero posible. No toda la gente, por supuesto, es así en Vietnam. Pero aquellos que sí, empañan en cierta manera la maravillosa experiencia de recorrer un país espectacular.
Hoi An 28
De ahí, duchita, cena y copas. Esta noche he quedado con Andreas y Claudia, una pareja austríaca que he conocido y que venía en el mismo autobús que yo desde Nha Trang. Así pues, cenemos y tomemos unas copitas, que después de un día tan largo serán agradecidas. Será una forma genial de poner punto y final a la ciudad, hasta el momento, más encantadora de Vietnam. De haberlo sabido, me hubiera quedado un poquito más para disfrutarla en todo su esplendor. Ya que no puedo, pongamos pues rumbo al siguiente destino. Esta vez, sólo cuatro horas de autobús hasta Hue.
Austria

No hay comentarios:

Publicar un comentario