Otra de las cosas que llama la atención en cuanto uno llega a Perhentian es la cantidad de oferta que hay de escuelas de buceo y excursiones de snorkeling. Será que hay algo que merece la pena ahí abajo, ¿no?
Tras debatirlo con la almohada, he decidido hacer un curso de submarinismo y sacarme la licencia PADI, reconocida internacionalmente. Es una cosa que me apetecía hacer y, si echo un vistazo al título de este, mi blog, es el momento.
El curso PADI Open Waters es un curso que comprende cinco secciones teóricas, en las que se aprenderán los conceptos básicos del buceo, así como medidas de seguridad, planificación de inmersiones, etc. A su vez, se realizan cinco inmersiones en aguas poco profundas en las que se practican los conceptos y “skills” aprendidos durante la teoría. La parte buena de hacer un curso de este tipo aquí y no en la ciudad es que las inmersiones se hacen directamente en el mar –cerca de la orilla, sí, pero en el mar- en vez de en una piscina cochambrosa. La otra parte buena es el precio. Además de más bonito, más barato. Aparte de las cinco inmersiones en aguas poco profundas, habrá cuatro inmersiones de verdad, en aguas abiertas, con las que inaugurar nuestro diario de buceo.
Visitando un par de escuelas me decido por Ombak Divers. Crystal, Rik, EZ, Marlin y Alfie me dan buenas vibraciones y, detalle importante, me dejan pagar con tarjeta de crédito. Digo detalle importante ya que en las islas no hay cajeros automáticos y aquí vuestro amigo y familiar ha sido tan imbécil de no traer suficiente dinero. Selberschuld… Nota mental: si venís a Perhentian, sacad antes.
Junto con mi vecino de la cabaña de al lado, Sebastian (sí, para variar es alemán) me dirijo a la escuela. Hemos decidido hacer el curso a ser posible en tres días. Nuestro monitor va a ser EZ, malayo de Kuala Lumpur, que dejó su trabajo en la ciudad para venirse a Perhentian una vez que probó el submarinismo y descubrió que esto era lo suyo. En un primer momento me pregunté el porqué…
La primera parte del curso, como os podéis imaginar, es infumable. El tragarse tres horas de DVD no es muy divertido, pero definitivamente necesario para poder entender qué hay detrás del submarinismo. Así que café en mano, al lío.
Familiarizarse con el equipo
Una de las cosas que habrá que aprender será el equipo que nos servirá para bucear, uséase, para permitirnos respirar debajo del agua. Aclaro porque alguno pensará que bucear es ponerse unas gafotas y un tubo y salir al agua como los Snorkels. Pero no, para poder respirar debajo del agua necesitaremos lo siguiente:
Tras las sesiones teóricas, hemos hecho las inmersiones en aguas poco profundas. En ellas, realizadas cerca de la playa de Coral Beach, hemos practicado lo aprendido en la teoría. Y aunque sean hechas a poquita profundidad tengo que decir que… ¡me encanta! Sólo el hecho de ponerme el mono y el equipo, y caminar con él hasta la playa ya ha sido suficiente para decir que me encanta el invento. La excitación ha ido “increscendo” según me iba metiendo en el agua, hasta que ha llegado el momento de empezar a respirar. Eso, junto con la sensación de flotar es algo indescriptible.
Con estas sesiones, hemos terminado todos los “skills” o técnicas necesarias para poder proceder a nuestras primeras salidas en aguas abiertas. Además de Sebastian, se nos ha unido Violet al grupo, una chica canadiense que vive y trabaja en Kuala Lumpur. Los tres, junto con EZ, hemos iniciado la parte más interesante del curso, la que podríamos decir que es el verdadero divertimento.
Ah, y además hemos formado un buen equipo, tanto que junto con el resto de las tropas germanas hasta nos juntamos para desayunar antes del curso.
Pero volvamos al tema central del post, el submarinismo y el cursito. Que ya sabéis que me gusta darle al palique y me acabo yendo por las ramas.
lo que hemos visto ahí abajo es… indescriptible.Montones de corales de todas las formas y colores posibles, peces que evidentemente no sé cómo se llaman y cuyos nombres sólo he aprendido en inglés. Anémonas cobijando a peces payaso (Nemo, para aquellos fans de los dibujos de Disney), peces loro, rayas manta, tiburones (eso sí, pequeñitos), y muchos otros de los que no me acuerdo en este momento y no tengo mi diario de buceo para mirarlos. Ya, querido Encinas, ya sé que me has dicho que he empezado por lo mejor y que me llevaré una desagradable sorpresa cuando bucee en otras latitudes del reino de España y similares, pero ha sido una sensación increíble. De hecho tengo que empezar a controlarlo porque me ha dicho el instructor que me emociono tanto al ver la fauna y flora marina, que lo quiero ver todo tan de cerca, que me bebo la bombona de aire demasiado rápido. En fin, la emoción del momento.
Como bien decías, otra vez querido Encinas, la sensación de flotar es algo fuera de serie. Supongo que algo similar sentirán los astronautas flotando sin gravedad. No conozco ninguno al que pueda preguntar, pero si alguien tiene el teléfono de Miguel López Alegría, que le pregunte si le apetece a ver qué opina.
El curso terminará con un examencito de cincuenta preguntas. Tatatatatachán. Resultado: un fallo. Y que conste en acta que para mí la pregunta estaba mal formulada y la respuesta que yo he dado era la correcta, pero como lo importante en este caso es aprobar, me voy de Perhentian con mi licencia PADI. ¿Alguien me recomienda algún sitio para darle uso?
Y para terminar, antes de marcharme, he conseguido de rebote un sitio en la que va a ser mi primera inmersión fuera del curso, mi primera inmersión por diversión. Es famoso en las Perhentian el spot “Temple of the sea”, un pseudoislote a 15 minutos en barco de la isla alrededor del cual se puede bucear disfrutando de unas maravillosas vistas, tanto de los miles de peces que lo frecuentan, como de los increíbles corales que lo pueblan. Aquellos que algún día vengáis por aquí, visitadlo. Es tan bonito como lo pintan. Yo sólo puedo decir que otra vez me he respirado el tanque de aire en casi la mitad de tiempo que el resto de mis compañeros de expedición. Para variar otros dos alemanes y una chica norirlandesa.
Conclusión: Éxito. Ya tengo un nuevo hobby. Larga vida al submarinismo.
Tras debatirlo con la almohada, he decidido hacer un curso de submarinismo y sacarme la licencia PADI, reconocida internacionalmente. Es una cosa que me apetecía hacer y, si echo un vistazo al título de este, mi blog, es el momento.
El curso PADI Open Waters es un curso que comprende cinco secciones teóricas, en las que se aprenderán los conceptos básicos del buceo, así como medidas de seguridad, planificación de inmersiones, etc. A su vez, se realizan cinco inmersiones en aguas poco profundas en las que se practican los conceptos y “skills” aprendidos durante la teoría. La parte buena de hacer un curso de este tipo aquí y no en la ciudad es que las inmersiones se hacen directamente en el mar –cerca de la orilla, sí, pero en el mar- en vez de en una piscina cochambrosa. La otra parte buena es el precio. Además de más bonito, más barato. Aparte de las cinco inmersiones en aguas poco profundas, habrá cuatro inmersiones de verdad, en aguas abiertas, con las que inaugurar nuestro diario de buceo.
Visitando un par de escuelas me decido por Ombak Divers. Crystal, Rik, EZ, Marlin y Alfie me dan buenas vibraciones y, detalle importante, me dejan pagar con tarjeta de crédito. Digo detalle importante ya que en las islas no hay cajeros automáticos y aquí vuestro amigo y familiar ha sido tan imbécil de no traer suficiente dinero. Selberschuld… Nota mental: si venís a Perhentian, sacad antes.
Junto con mi vecino de la cabaña de al lado, Sebastian (sí, para variar es alemán) me dirijo a la escuela. Hemos decidido hacer el curso a ser posible en tres días. Nuestro monitor va a ser EZ, malayo de Kuala Lumpur, que dejó su trabajo en la ciudad para venirse a Perhentian una vez que probó el submarinismo y descubrió que esto era lo suyo. En un primer momento me pregunté el porqué…
La primera parte del curso, como os podéis imaginar, es infumable. El tragarse tres horas de DVD no es muy divertido, pero definitivamente necesario para poder entender qué hay detrás del submarinismo. Así que café en mano, al lío.
Familiarizarse con el equipo
Una de las cosas que habrá que aprender será el equipo que nos servirá para bucear, uséase, para permitirnos respirar debajo del agua. Aclaro porque alguno pensará que bucear es ponerse unas gafotas y un tubo y salir al agua como los Snorkels. Pero no, para poder respirar debajo del agua necesitaremos lo siguiente:
- Traje: distintos tipos, materiales, necesarios o no dependiendo de las aguas.
- Máscara: más que unas gafas de nadar, tienen que cubrir la nariz.
- Aletas
- BCD (Buoyancy Control Device): chaleco con compartimento para poder introducir aire y regular nuestra flotabilidad. Mediante el BCD y junto a los pesos podremos conseguir una flotabilidad neutra, lo que equivale a esa sensación de flotar por el agua sin ascender o descender.
- Pesos: normalmente un cinturon con pesos para ayudar a compensar nuestra flotabilidad.
- Regulador: el famoso cachirulo por el que respiraremos el aire comprimido. Tiene a su vez un conector que irá a parar al BCD para alimentarlo con aire, así como un regulador de emergencia (Octopus) para poder suministrar aire a nuestro compañero de buceo en caso de que se quede sin aire. Sí, a la hora de hacer una inmersión, se bucea en parejitas. Así que ya sabéis futuras candidatas a novia, os tiene que gustar el submarinismo. Si no, no hay trato
- Tanque: tanque de acero o aluminio que contiene la mezcla de aire comprimido que respiraremos mientras buscamos a Nemo.
Tras las sesiones teóricas, hemos hecho las inmersiones en aguas poco profundas. En ellas, realizadas cerca de la playa de Coral Beach, hemos practicado lo aprendido en la teoría. Y aunque sean hechas a poquita profundidad tengo que decir que… ¡me encanta! Sólo el hecho de ponerme el mono y el equipo, y caminar con él hasta la playa ya ha sido suficiente para decir que me encanta el invento. La excitación ha ido “increscendo” según me iba metiendo en el agua, hasta que ha llegado el momento de empezar a respirar. Eso, junto con la sensación de flotar es algo indescriptible.
Con estas sesiones, hemos terminado todos los “skills” o técnicas necesarias para poder proceder a nuestras primeras salidas en aguas abiertas. Además de Sebastian, se nos ha unido Violet al grupo, una chica canadiense que vive y trabaja en Kuala Lumpur. Los tres, junto con EZ, hemos iniciado la parte más interesante del curso, la que podríamos decir que es el verdadero divertimento.
Ah, y además hemos formado un buen equipo, tanto que junto con el resto de las tropas germanas hasta nos juntamos para desayunar antes del curso.
Pero volvamos al tema central del post, el submarinismo y el cursito. Que ya sabéis que me gusta darle al palique y me acabo yendo por las ramas.
lo que hemos visto ahí abajo es… indescriptible.Montones de corales de todas las formas y colores posibles, peces que evidentemente no sé cómo se llaman y cuyos nombres sólo he aprendido en inglés. Anémonas cobijando a peces payaso (Nemo, para aquellos fans de los dibujos de Disney), peces loro, rayas manta, tiburones (eso sí, pequeñitos), y muchos otros de los que no me acuerdo en este momento y no tengo mi diario de buceo para mirarlos. Ya, querido Encinas, ya sé que me has dicho que he empezado por lo mejor y que me llevaré una desagradable sorpresa cuando bucee en otras latitudes del reino de España y similares, pero ha sido una sensación increíble. De hecho tengo que empezar a controlarlo porque me ha dicho el instructor que me emociono tanto al ver la fauna y flora marina, que lo quiero ver todo tan de cerca, que me bebo la bombona de aire demasiado rápido. En fin, la emoción del momento.
Como bien decías, otra vez querido Encinas, la sensación de flotar es algo fuera de serie. Supongo que algo similar sentirán los astronautas flotando sin gravedad. No conozco ninguno al que pueda preguntar, pero si alguien tiene el teléfono de Miguel López Alegría, que le pregunte si le apetece a ver qué opina.
El curso terminará con un examencito de cincuenta preguntas. Tatatatatachán. Resultado: un fallo. Y que conste en acta que para mí la pregunta estaba mal formulada y la respuesta que yo he dado era la correcta, pero como lo importante en este caso es aprobar, me voy de Perhentian con mi licencia PADI. ¿Alguien me recomienda algún sitio para darle uso?
Y para terminar, antes de marcharme, he conseguido de rebote un sitio en la que va a ser mi primera inmersión fuera del curso, mi primera inmersión por diversión. Es famoso en las Perhentian el spot “Temple of the sea”, un pseudoislote a 15 minutos en barco de la isla alrededor del cual se puede bucear disfrutando de unas maravillosas vistas, tanto de los miles de peces que lo frecuentan, como de los increíbles corales que lo pueblan. Aquellos que algún día vengáis por aquí, visitadlo. Es tan bonito como lo pintan. Yo sólo puedo decir que otra vez me he respirado el tanque de aire en casi la mitad de tiempo que el resto de mis compañeros de expedición. Para variar otros dos alemanes y una chica norirlandesa.
Conclusión: Éxito. Ya tengo un nuevo hobby. Larga vida al submarinismo.
Nachez, bienvenido a ese otro mundo debajo del mar!! mola eh!
ResponderEliminarNosotros acabamos de volver de darnos una vueltecita por la Gran Barrera de Coral y es una pasada! Ya que tu proximo destino es Australia que mejor destino para continuar enganchandote al scuba!!
Por cierto, muy bueno lo del aire... hay que chupar menos! jajaj